Mauricio Sulaimán: el legado que vuelve a casa

Hablar de Mauricio Sulaimán es hablar, inevitablemente, de legado. Un apellido que nos recuerda de inmediato a la figura de Don José Sulaimán Chagnón, aquel dirigente que no solo transformó el boxeo mundial, sino que fue capaz de unir mundos impensables: desde llevar personajes salidos de la nada a los grandes escenarios, hasta sentar en una misma mesa a Cantinflas y Muhammad Ali. Pero también es un nombre que conecta con la memoria colectiva: esa que nos recuerda aquellas tardes familiares frente al televisor, viendo peleas de pugilistas históricos como Manny “Pacman” Pacquiao, Juan Manuel Márquez, Floyd Mayweather Jr. y por supuesto, Saúl “Canelo” Álvarez.

En su visita a Reynosa, Mauricio Sulaimán Saldivar regresó no solo como presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) traído por el gobierno de Reynosa y el Instituto Municipal del Deporte para un magno evento como “Con la Raza el Día de la Raza”, sino como alguien que vuelve a su origen. Tamaulipas no es un punto más en el mapa para él; es una parte esencial de su historia personal y del desarrollo del boxeo mexicano.

“Me siento muy contento, es un túnel del tiempo aquí en Reynosa porque yo crecí toda mi infancia en Ciudad Victoria, en Tampico, Laredo, aquí, en Matamoros y mis papás que nacieron en este precioso estado. El boxeo que nació también en Tamaulipas. Se junta una serie de emociones”.

Ese regreso se materializó con la presentación del cinturón especial Reynosa, un símbolo que va más allá de lo estético y apunta a un objetivo claro: reactivar y fortalecer el boxeo en la región. Para Sulaimán, el mensaje es directo y sin rodeos:

“Es el renacimiento del boxeo tamaulipeco”.

Uno de los temas inevitables de la conversación fue respecto a los programas de protección al boxeador y las críticas que estos suelen generar no solo en México, sino a nivel internacional. Lejos de esquivar el tema, Sulaimán fue contundente al explicar la postura del Consejo Mundial de Boxeo.

“Si no tuviera importancia, no habría críticas, a nadie le interesaría. No hay nada más importante que el boxeador, la única razón de existencia del consejo mundial es el boxeador antes, durante y después de los años de gloria. Todos estamos unidos para proyectar a los jóvenes y a las niñas del futuro, pero nunca vamos a sacrificar la salud y el bienestar del peleador, por popularidad o por la sed de sangre que hay en ciertos sectores de la juventud”.

El crecimiento del boxeo, impulsado también por nuevos formatos y eventos mediáticos como “La Velada del Año” o “Supernova Strikers”, fue otro de los puntos centrales. Para Mauricio, este fenómeno no debe verse con desprecio ni con miedo, sino con responsabilidad y dándole la importancia.

“Tenemos que entender que existe el boxeo y hay de dos, o nos unimos y los apoyamos y los llevamos por un buen camino o los dejamos libres en el sentido de que pueden llegar a hacer cosas fuera del reglamento, fuera de las prácticas de seguridad y que pueda haber un accidente”.

Detalló que, en eventos como Supernova, se aplicaron protocolos similares a los de un combate profesional, conscientes del riesgo inherente al deporte, un riesgo que admite, es tan real como poco comentado.

“Platicamos, se hicieron resonancia magnética todos desde un principio, exámenes médicos. Pusimos reglas especiales para esos combates y al final ganó el boxeo”.

En medio de esa reflexión, Sulaimán destacó un ejemplo que, para él, resume el poder transformador del deporte: el caso del comediante Franco Escamilla.

“Vimos a un Franco Escamilla que de estar en un escenario fumando y tomando, gordito. A pasar a un ring con una gran disciplina, determinación y ganar la pelea, llorar por lo que su papá le decía en su niñez; ahí ganó el boxeo y demostró cómo te puede llevar con disciplina a cambiar para bien”.

La postura del CMB es clara: apertura, acompañamiento y cuidado. “Estamos muy comprometidos con quien quiera hacer boxeo, vamos a apoyarlos y seguir el cuidado”.

Al abordar el crecimiento de sedes como Arabia Saudita en el deporte mundial, desde la Fórmula 1 hasta el boxeo, donde han acaparado los orientales gran terreno y de cierta manera generado el principio de lo que podría ser un monopolio, Sulaimán apostó por una visión global e innovadora.

“Hay que trabajar juntos, hay que entender que en el mundo hay muchas culturas, muchas idiosincrasias, muchas maneras de hacer las cosas y hay que ser consistentes y apoyar, ayudar, enseñar a hacer equipo y construir puentes en los que se pueda avanzar”.

El tema inevitablemente regresó a su padre, a la figura que marcó su vida personal y profesional. Pues es en Tamaulipas, donde ese legado se siente más presente que nunca.

“Aquí está disfrutando (su padre), viendo a sus amigos, muchos al saber que estamos aquí han venido a saludar, todo lo que estamos viendo es el resultado de un legado que hacemos todos los días. Que sus principios, sus valores continúan”.

Finalmente, Sulaimán habló del boxeo en todas sus expresiones: desde el alto rendimiento hasta la práctica recreativa, o simplemente como un deporte espectáculo y como este puede llegar a todos siempre y cuando asuman el desafío, añadiendo que tanto Reynosa, como Tamaulipas, se pueden convertir en gran semillero de los futuros nombres del boxeo, al contar con un gran crecimiento en el nivel de los gimnasios y boxeadores.

“El boxeo te trae disciplina, distracción, un compromiso y te ayuda. Cuando tú le pegas a un costal, a una pera, toda esa preocupación, angustia, ansiedad, lo descargas, te echas un gancho y eres otra persona. Entonces no hay pierde, el boxeo es el aliado de la sociedad en todos los sentidos”.

Para quienes buscan un camino y no saben por dónde empezar, dejó la puerta abierta: el Consejo Mundial de Boxeo puede orientar o canalizar a cualquier persona hacia un gimnasio, porque —como deja claro a lo largo de la entrevista— el boxeo no solo forma campeones, también forma personas.

Al final el presidente del Consejo Mundial de Boxeo agradeció al gobierno de Reynosa y al IMD por la invitación, esperando regresar con eventos futuros y mencionó que lo único que le falta es “ir a comer unas gorditas Doña Tota”.