Enfermeros festejan su día desde la primera línea de lucha contra el covid

A diferencia de años anteriores en los que el personal de enfermería celebraba su día en un ambiente ameno para reconocer su labor, este año, la mayoría lo hizo portando su filipina, cubre bocas, caretas y enfrentándose desde la primera línea al covid-19.

Tal es el caso de Juan Antonio Montiel Gloria, enfermero del Hospital 270 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) principal institución encargada de atender a los pacientes covid en Reynosa, reconoció, derivado de la pandemia, la labor realizada por los enfermeros fue más valorada por la población, dando algunos incluso su vida en el cumplimiento de su deber.

‘’Siempre se ha aminorado más el valor al enfermero que al médico, todos valoran más al médico, pero el enfermero es el que está con el paciente todo el tiempo, cualquier molestia, cualquier necesidad, los enfermeros siempre tienen que ser fríos y humanos a la vez porque tienen que estar apoyando al paciente, estar todo el tiempo con él […] y ser fríos porque los pacientes, no todos corren con esa suerte’’, declaró.

Si bien al inicio de la contingencia, algunos empleados del sector salud fueron discriminados, comentó, al ser el principal acompañamiento y soporte en la realización de necesidades básicas de los pacientes internados, la gratitud fue mayor, sin embargo, enfatizó, la mayor retribución para el personal de salud es no bajar la guardia y obedecer las medidas sanitarias.

‘’Como quisiera que vieran a través de mis ojos o que sintieran lo que uno siente al estar ahí 8 horas sin poderse quitar ni un segundo el cubre bocas, sin poder respirar bien, sin poder tener una visión bien porque los googles se empañan’’, expresó, esto sumado a los decesos de pacientes y colegas.

Por otro lado, reconoció, el ejercicio de esta profesión continúa rodeada de estereotipos, puesto que, aunque en este siglo se ha logrado un avance hacia la equidad de género en otras carreras, la enfermería se mantiene considerada por un gran número de personas como exclusiva de la mujer, invisibilizando a los hombres que la ejercen, sin embargo, lo destacó como el mejor ejemplo de colaboración entre ambos hacia un fin común: el bienestar de los pacientes.